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viernes, 17 de junio de 2011

¿Por qué no somos felices? Puede que sea una pregunta que nunca nadie se haya hecho, pero puede que algún día nos la lleguemos a plantear. Nos encerramos en nuestro mundo alejandonos de la gente. Somos personas, pero no lo demostramos. Perdemos sentimientos. Los sentimientos se nos van como el aire. No dejamos entrar la felicidad, nos apartamos de todo y apartamos las cosas buenas. Llega ese momento en que piensas que eres un imán para las cosas malas, pero en realidad es que no hemos llegado a saborear nunca las cosas buenas. La felicidad en algún momento de nuestra vida nos ha llegado. El problema es que llega en momentos pequeños, cada sonrisa que sueltas viene acompañada de lágrimas. Apartamos las buenas personas de nuestro lado. Somos el contrario de la buena persona. Te vienen a ayudar y tu lo único que haces es espantarlos. Es como si provocases tu propia desgracia para justificar lo infeliz que eres.


jueves, 16 de junio de 2011

Sé que no soy lo que buscas. A mi no me gusta hablar largas horas por teléfono, ni jugar al póquer. Tampoco entiendo de fútbol y, conmigo no podrás salir a correr, soy demasiado vaga para eso. Suelo picarme muy fácilmente, aunque nunca llego a enfadarme. Tengo mucha paciencia, aunque parezca que no y, suele divertirme hacer picar a la gente. Soy muy rencorosa y, demasiado orgullosa, aunque a veces, hago excepciones. También, soy muy desconfiada, aunque suelo hacer que me creo todo. Aún así, estoy lejos de ser mentirosa, tarde o temprano termino diciendo la verdad. Tampoco suelo coger confianza con las personas hasta conocerlas bien, pero a veces, cambio. No suelo hablar mucho los primeros días, aunque los últimos es difícil hacerme callar. Nunca pretendo que me entiendan, pues ni yo lo consigo. No obstante, habrá quien no sea así.