Puedo pasarme toda la noche en estado insomne. Puedo tener ideas e imaginar situaciones espectaculares, dibujarlas e intentar dormir. Puedo leer y avanzar las páginas al mismo compás que avanzan mis pensamientos aleatoriamente. Puedo tumbarme boca arriba e intentar sentir cada músculo, contraerlo y respirar. Puedo incluso imaginar que cada parte de mi cuerpo está siendo aplastada por una fuerza descomunal o intentar no moverme durante todo el tiempo posible, sintiéndome encerrada en un cuerpo y queriendo salir de él. A veces incluso puedo inspirar tan fuerte que me duelan las costillas y quedarme así por un tiempo indeterminado, hasta que me cueste levantar los brazos. Entonces puedo recordarte y reír sin querer hacer ruido. Puedo levantarme y sentir que no he dormido ni un sólo minuto y que mi cuerpo va a estallar junto a mi cabeza . Ese es el momento en el que pongo música y suenas tú. Y todo, absolutamente todo, se llena de luz. No lo entiendo, pero desde hace tiempo es una droga descomunal y necesaria.